El frio se apodera de la capital, pero este no es tan fuerte como el sentimiento que tiene paralizado al país, “el amor por el tricolor” Colombia y Venezuela se enfrentan, ambos equipos defienden su bandera, pero Colombia quiere el cupo al mundial del 2010.
Las calles están casi vacías, las camisetas amarillas son el uniforme de esta noche, algunos con sus trajes de corbata, otros visten normal, pero todos corren hacia la misma dirección, en busca de la “tele” para ver este emocionante encuentro. Al igual que los demás voy hacia la misma dirección, al sitio de encuentro de los estudiantes de la universidad INPAHU, no hay mesas disponibles, el sitio se encuentra completamente lleno, la gente se amontona donde puede, en el anden no es posible transitar pues la gente que quedo por fuera ve el partido desde la calle.
Hay caras de preocupación, se escuchan gritos, insultos, algunos ríen, otros comen sus uñas de los nervios, pero el sentimiento es el mismo. El encuentro va (0-0), la selección juega con un hombre menos, pues han sacado tarjeta roja al volante Abel Aguilar, por su segunda tarjeta amarilla.
Ha terminado el primer tiempo, un suspiro de tranquilidad se escucha ya que la selección no esta jugando muy bien y tenemos un hombre menos, esperan un mejor segundo tiempo. La tanda de cerveza no se hace esperar, algunos salen a fumar y se notan intranquilos, otros van al baño, y el resto simplemente habla.
Al comenzar el segundo tiempo todos vuelven a sus lugares, suena el pitazo inicial la gente aplaude y nuevamente la tensión se siente en el lugar. La selección Colombia juega mucho mejor a pesar de la diferencia, y la esperanza de una victoria no se ha perdido, se nota en los rostros de los colombianos.
En el minuto 31, un gol de Venezuela callo al pueblo, las esperanzas no eran muchas, caras de decepción, tristeza, melancolía y rabia fueron saliendo, fue un golpe bien sentado por la espalda, pero merecemos el empate, aun hay tiempo, pienso yo! y muchos lo comentan. Pero no fue así, 5 minutos después tras el cobro de un tiro libre, Venezuela nos da el golpe final y entierra cualquier posibilidad, la gran mayoría empieza a abandonar el recinto, alegan, callan y comentan. “la selección ya no va al mundial” son las palabras que mas se escuchan, el sueño de ir al mundial 2014 se ve mas lejos.
Son las 11:00 pm, las calles y los negocios ya están vacios otros ya están cerrados, el ambiente ha dejado una sensación de tristeza y melancolía, como a la salida de un velorio, pues para muchos han enterrado el sueño de volver a ver a nuestra selección Colombia en un mundial, pero algunos seguimos con la fe y la esperanza que aun lo podremos lograr.
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