viernes, 22 de mayo de 2009
PASIÓN REGGAE
Es sabido por quienes nacieron y crecieron escuchando música, que el norte de la brújula de los sonidos ha sido básicamente (al menos del '50 hasta el presente): Gran Bretaña y EE. UU.
Ritmos latinos, africanos y orientales, no han tenido, dentro del mercado musical mundial, mejor lugar que el destinado al de un localismo pintoresco o al de un efecto agradable que nos regresa digerido por un halo globalizador (por llamarlo de alguna manera) de la mano de músicos "etnógrafos". Habrá quien me llame la atención sobre el origen negro del blues, jazz, rock, etc. Habrá quien marque la vigencia de los ritmos locales en los diferentes países o de esos hijos bastardos del rock y el tango, el rock y el candombe o el rock y el flamenco, etc. Sin embargo esto no pretende ser un profundo estudio sobre las corrientes musicales, que como todo fenómeno artístico esta en permanente proceso hermenéutico. La intención de éste escrito es acercarse a la historia de un caso curioso dentro de esas corrientes. Si el norte es ese bloque hegemónico configurado por los padres del rock ¿De dónde salió Jamaica?
Tres cosas pueden marcarse a favor de quienes no vean en la difusión del reggae una victoria de lo emergente. Primero, el reggae sólo dio la vuelta al mundo a partir de su difusión a través de las discográficas del "norte"; segundo, el género fue más conocido cuanto más híbrido; tercero, la lengua del reggae fue el ingles y eso facilitó su "mundialización".
Por otro lado, aunque con claras influencias externas, el reggae fue mucho más que un ritmo cansino y pegadizo, calificable o no de original. No es paradojal que los punks del norte brindaran homenaje a ese ritmo como el único aceptable después del propio. Si tenemos en cuenta algunas variables y agudizáramos el análisis, encontraríamos en el reggae las características de una práctica cultural emergente. Pero no es el caso acercarse a intelectuales como Gramsci o sus herederos de los Estudios Culturales de Birmingham para abordar los términos de hegemonía, ideología (como visión del mundo) o prácticas emergentes. Tan sólo se trata de revisar de dónde salió ese "ritmo mundial.
DELINCUENCIA EN LA LOCALIDAD DE TEUSAQUILLO
El día antes del robo, el señor Mauricio Mora, dueño y administrador del local, cerró las puertas a las 7:00 PM del domingo, luego de una jornada de mucho movimiento, ya que los vecinos del sector se reunieron para hacer, “el picadito dominical”. Así entre juego y cerveza, se encontraban entre 30 y 40 personas, dentro y fuera del establecimiento, entre niños, jóvenes y adultos donde muchos de ellos no se distinguían, pero la idea era divertirse.
A la mañana siguiente, aproximadamente las 6:15 A.M. el señor Mora se disponía a iniciar con su labor diaria y se dirigió hacia el establecimiento, con tan mala suerte que encontró el local abierto y desocupado en su totalidad. Las perdidas fueron superiores a los 3 millones de pesos, donde incluían televisor, equipo, horno microondas, nevera, todo el licor y parte de los víveres. Tuvieron todo el tiempo del mundo para saquearla! Y la policía donde estaba?
El ingreso de los delincuentes se realizo a través de la puerta principal, pues esta era de madera y tenia en la parte inferior derecha, retazos con tablas, por donde rompieron e ingresaron sin ningún inconveniente. “El negocio llevaba mas de 10 años funcionando y nunca paso nada”, dijo el dueño del establecimiento al dar la indagatoria, sin tener indicios de quien pudo haber realizado el robo, pero en sus comentarios opina que los que fueron estuvieron el día anterior, cuando se realizaba el picadito.
Así mismo como le ocurrió al señor Mauricio mora, se han visto una serie robos en esta localidad, de atracos con armas corto punzantes, y motorizados que rapan celulares a plena luz del día sin importar, quien, como, y donde se encuentre la victima.
A pesar que Teusaquillo es una de las localidades mas reconocidas de Bogotá, siempre ha llevado un alto índice de delincuencia desde hace mas de 20 años, pues cuentan las personas que han vivido la mayor parte de su vida que ahora se puede estar mas tranquilo, pues anteriormente no se podía ni salir al parque por que los grupos o “parches” se apoderaban de estos, fumando mariguana, ingiriendo licor y robando al que diera “papaya” a altas horas de la noche.
El “tigre” un señor cerca de los 50 años de de edad quien ha vivido mas de 35 años en el barrio santa teresita, cuenta que perteneció a estas bandas de delincuentes, y sus reuniones se realizaban en los parques a planear su próximo asalto, obviamente sin dejar a un lado la droga y el alcohol.
Una de sus “tácticas” de robo se realizaba en los lugares donde más frecuentaba la gente, pedían una cerveza y analizaban a todo aquel que entraba y salía del establecimiento y durante un par de horas ya tenían el “flecho” como ellos le llaman. Luego de saber cual era su victima procedían a llamar al resto de la banda para así esperar el momento más oportuno y dar el golpe. En algunos atracos, la victima era muy mal herida, y no sabíamos que pasaría con ella. Dijo el “tigre”.
Mientras iba transcurriendo el tiempo, vi morir a varios de mis “amigos”, por peleas o venganzas, algunos en la cárcel pagando por asesinatos otros por robos. Y son muy pocos los que quedamos, de tantos que fueron parte de esa mala vida. De igual manera son varios que al igual que yo vi crecer en ese mundo y tal vez son ellos quienes ahora dominan el territorio de la localidad de Teusaquillo. Dijo luego de sonreír y con cara de saber quienes son aquellos que dan intranquilidad al la localidad.
Así que quienes pensaban, que la delincuencia solo se presentaba en el sur de Bogotá, o en los estratos mas bajos, estaban muy equivocados pues Teusaquillo tiene mucha historia por contar de culturas y grupos que aterrorizaron, por robos, muertes macabras sin explicación, y de hombres que llevan el poder y aun caminan por las calles de los barrios sin que nadie pueda hacer algo.
John Jairo matallana león
EL SUEÑO SE DERRUMBA
El frio se apodera de la capital, pero este no es tan fuerte como el sentimiento que tiene paralizado al país, “el amor por el tricolor” Colombia y Venezuela se enfrentan, ambos equipos defienden su bandera, pero Colombia quiere el cupo al mundial del 2010.
Las calles están casi vacías, las camisetas amarillas son el uniforme de esta noche, algunos con sus trajes de corbata, otros visten normal, pero todos corren hacia la misma dirección, en busca de la “tele” para ver este emocionante encuentro. Al igual que los demás voy hacia la misma dirección, al sitio de encuentro de los estudiantes de la universidad INPAHU, no hay mesas disponibles, el sitio se encuentra completamente lleno, la gente se amontona donde puede, en el anden no es posible transitar pues la gente que quedo por fuera ve el partido desde la calle.
Hay caras de preocupación, se escuchan gritos, insultos, algunos ríen, otros comen sus uñas de los nervios, pero el sentimiento es el mismo. El encuentro va (0-0), la selección juega con un hombre menos, pues han sacado tarjeta roja al volante Abel Aguilar, por su segunda tarjeta amarilla.
Ha terminado el primer tiempo, un suspiro de tranquilidad se escucha ya que la selección no esta jugando muy bien y tenemos un hombre menos, esperan un mejor segundo tiempo. La tanda de cerveza no se hace esperar, algunos salen a fumar y se notan intranquilos, otros van al baño, y el resto simplemente habla.
Al comenzar el segundo tiempo todos vuelven a sus lugares, suena el pitazo inicial la gente aplaude y nuevamente la tensión se siente en el lugar. La selección Colombia juega mucho mejor a pesar de la diferencia, y la esperanza de una victoria no se ha perdido, se nota en los rostros de los colombianos.
En el minuto 31, un gol de Venezuela callo al pueblo, las esperanzas no eran muchas, caras de decepción, tristeza, melancolía y rabia fueron saliendo, fue un golpe bien sentado por la espalda, pero merecemos el empate, aun hay tiempo, pienso yo! y muchos lo comentan. Pero no fue así, 5 minutos después tras el cobro de un tiro libre, Venezuela nos da el golpe final y entierra cualquier posibilidad, la gran mayoría empieza a abandonar el recinto, alegan, callan y comentan. “la selección ya no va al mundial” son las palabras que mas se escuchan, el sueño de ir al mundial 2014 se ve mas lejos.
Son las 11:00 pm, las calles y los negocios ya están vacios otros ya están cerrados, el ambiente ha dejado una sensación de tristeza y melancolía, como a la salida de un velorio, pues para muchos han enterrado el sueño de volver a ver a nuestra selección Colombia en un mundial, pero algunos seguimos con la fe y la esperanza que aun lo podremos lograr.